Barcelona es una ciudad que está en constante movimiento. Su cercanía al mar, su destacado hub tecnológico o la personalidad que desprende en cada uno de sus rincones, son algunas de las características que hacen de esta ciudad un lugar tan especial. Y a su vez, que sean muchas las personas que quieran mudarse y empezar una nueva vida.
Sin embargo, también son muchas otras las que por motivos laborales, el precio del alquiler, la subida de los precios de venta u otra situación personal las que provocan que la gente se mude de Barcelona. Según una encuesta realizada por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), cerca de 1,2 millones de personas han cambiado de residencia dentro de la región metropolitana de Barcelona.
La región metropolitana de Barcelona (RMB) engloba las comarcas del Baix Llobregat, el Barcelonès, el Maresme, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental. Esta localización privilegiada le ha permitido convertirse en el epicentro del Cataluña, por lo que son igualmente atractivas para aquellas personas que prefieren vivir cerca de la ciudad pero con la tranquilidad que estas comarcas pueden ofrecer a diferencia del bullicio de la ciudad condal. Según datos de la encuesta mencionada anteriormente, el 28,3% que corresponde a las personas que han cambiado de residencia. Se calcula que, el triple que entre el 2012-2017.
Los encuestados indicaban que, el motivo principal para un cambio de vivienda es disfrutar de un entorno mejor, proximidad al lugar de trabajo o motivos familiares, pero también han aumentado las causas económicas o forzosas, como la no renovación del contrato o la expulsión del inmueble.
Previsiones de futuro: en los próximos cinco años, gran parte de la ciudad de Barcelona cambiará de residencia
Si bien más del 60% de la población se ha mostrado pesimista sobre el precio de la vivienda y las posibilidades de que, además, se adecúe a sus necesidades o en la zona que le interese. Una percepción que anteriormente destacaba en Barcelona sobre el resto de territorios, por las características y cómo estaba creciendo la ciudad. Ahora sin embargo, esta percepción ha crecido más en zonas como el Maresme, Sabadell o Terrassa. También ha crecido la preocupación debido a cómo va a evolucionar el mercado inmobiliario en el 2023, teniendo en cuenta el contexto que ha habido durante el 2022. La guerra, la inflación… son varios frentes abiertos que hacen dudar al comprador sobre si es el mejor momento para invertir en inmobiliario.
Un poco más lejos que los municipios mencionados, pero lo suficientemente cerca de la ciudad de Barcelona, se encuentra Sitges. A escasos 40 km de la capital, concretamente al sudoeste de Barcelona. Con más de 30.200 la localidad sigue en constante crecimiento gracias a la fama que ha ido adquiriendo con el paso de los años. Y es que, Sitges no es únicamente reconocida por ser una ciudad turística llena de vida y ocio. Sus playas, su tranquilidad o su amplia oferta en servicios la convierten en una ciudad capaz de cautivarte y convertirla en una ciudad llamativa para vivir.
Tampoco hay que pasar por alto el crecimiento en positivo en cuanto al producto de obra nueva que viene directamente de las provincias de Lleida y Barcelona (100,8% y 33,6%), siguiendo con la provincia de Tarragona (23,4%) y Girona (3,8%). Un aumento de la oferta que ha sido del 30,3%, logrando un incremento que en valores absolutos, todavía no puede satisfacer una demanda muy activa. Así pues, también destaca el notable crecimiento a finales de 2022 y principios de 2023 del producto de obra nueva en Sant Cugat y el Maresme. Gracias a este crecimiento, se se posicionan como las zonas más activas, donde se aglomera el gran grueso de nuevos proyectos de obra nueva. Sin embargo, no tampoco pasa desapercibida la disminución de promociones en Barcelona, debido a las normativas existentes en materia de viviendas de VPO, las cuales hacen frenar el crecimiento de este tipo de proyectos.
Magnífica obra nueva situada en el Golf- Can Trabal (Sant Cugat del Vallès) | V00178-SCAL1.
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Sin embargo, esta tendencia en alza arroja luz y empieza a indicar que son muchos los que se están decantando por la búsqueda de inmuebles para compra y alquiler fuera de Barcelona, una buena noticia para los vendedores tras la crisis comprendida entre 2012-2017. Además, cada vez son más las personas que trabajan en su municipio de residencia, por lo que, es otra de las razones que empujan a corroborar que en cinco años, el 30% de los habitantes metropolitanos y el 35,5% de la ciudad de Barcelona, aprovechará para cambiar de residencia.
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