La eficiencia energética de los edificios es una prioridad en Europa. Para 2030 y 2050, se espera que los edificios consuman menos electricidad y, en particular, menos energía derivada de combustibles fósiles. Esto requiere la rehabilitación de los edificios, lo cual incluye mejoras en los revestimientos térmicos, un mayor aislamiento y la implementación de sistemas de calefacción eléctricos o de biomasa. El primer paso es realizar una auditoría energética del edificio para determinar su estado actual. La calificación energética de tu edificio (y de cualquier edificio en España) puede consultarse en la página web del Gobierno español.
¿Cómo funciona?
Es muy sencillo. Es un mapa interactivo de toda España que permite consultar la eficiencia energética de todos los municipios, barrios, calles e incluso edificios. Al ingresar la dirección, e incluso el número de piso, se muestra la eficiencia energética del edificio y su entorno.
Suspensos energéticos
Cataluña cuenta con solo un 0,55% de edificios con calificación energética A, situándose entre las comunidades con menor porcentaje, solo por delante de Extremadura (0,12%), Madrid (0,29%), Comunidad Valenciana (0,32%), Cantabria (0,38%) y Asturias (0,41%). Sin embargo, no está entre las peores en términos generales, ya que tiene porcentajes similares a la media española en la calificación G, la más baja (con un 21,91% frente al 20,22% de media en España), y un 12,49% en calificación F, la segunda peor. La mayoría de sus edificios tienen una calificación E, un suspenso alto, con un 54,63%, cifra ligeramente inferior al 55,87% de media en España.
Al observar el mapa de Barcelona, se nota que el color naranja predomina en casi todos los barrios, aunque hay muchas zonas rojas en el Raval y el Gòtic, áreas con edificios más antiguos. En contraste, se ve más verde en la Avenida Tibidabo y el Passeig de Gràcia. Aunque la baja eficiencia energética es un problema generalizado y transversal, las zonas más ricas muestran mejores niveles de eficiencia.
¿Cómo se mide la eficiencia energética?
Para medirlo, se calcula el consumo de energía final hora a hora, considerando el diseño y la orientación del edificio, las condiciones ambientales, las características térmicas y de aislamiento, las instalaciones térmicas, la ventilación natural y mecánica, la iluminación interior artificial y natural, y el uso de fuentes de energía renovable directa, como las placas fotovoltaicas en las azoteas o tejados.
La medición de estos valores resulta en unos valores finales de kilovatios hora por metro cuadrado (kWh/m²) y kilogramos de CO2 por metro cuadrado (kg CO2/m²). Un edificio de clasificación energética A puede llegar a reducir el consumo de energía hasta en un 40 o 50%.
En conclusión, la eficiencia energética de los edificios es un aspecto crucial para reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2. La implementación de medidas como el diseño adecuado, el uso de tecnologías renovables y el mejoramiento de la envolvente térmica pueden conducir a significativas reducciones en el consumo energético, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y al desarrollo sostenible.
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